Cosas que los Milenials no saben que existieron

En las últimas décadas el mundo desarrollado ha cambiado completamente. Quien podría haber predicho (excepto Tesla) que llevaríamos en nuestro bolsillo un pequeño artefacto que nos mantendría conectados en todo momento o que viajar por el mundo se convertiría en una actividad al alcance de casi todos. En este tiempo han desaparecido cientos de cosas que los jóvenes actuales no llegaron a ver, pero que eran habituales para otras generaciones. Acompáñanos en este paseo por el recuerdo y recuperemos 5 cosas que los Milenials no saben que existieron

Cosas que los Milenials no saben que existieron

1. Cupones Ahorro del Hogar

Los cupones de ahorro se repartían en muchos comercios. Consistían en unos pequeños sellos que debían engancharse en unas libretas y que representaban un porcentaje del gasto realizado en esa tienda. Solía representar sobre un 2’5% de la compra. Cuando se habían reunido suficientes podían cambiarse por un regalo.

2. Refresco TAB

Actualmente muchas personas consumen refrescos de cola “light”. La pionera de este tipo de bebidas fue la marca subsidiaria de Coca-Cola “TAB”.

3. Primeras cámaras de grabación en cinta magnética

Actualmente no tenemos más que llevarnos la mano al bolsillo para sacar el teléfono móvil y grabar con él las imágenes inmediatamente. Cualquiera puede hacerlo y compartirlo inmediatamente. La pionera de la grabación amateur en VTR o VCR fue la Portapak de Sony. Ya no era necesario un gran equipo o una cámara con rollo que luego necesitaba revelarse.

4. Reglas de cálculo

Las reglas de cálculo eran las antiguas calculadoras de bolsillo. En la década de los 70 desaparecieron por completo, pero era un instrumento utilizado en muchísimas profesiones.

5. Leche en bolsas de plástico

En los años sesenta, en las ciudades españolas aún habían “vaquerías”. Podías ir a comprar la leche ordeñada directamente. También podías esperar al repartidor que pasaba con su carrito por los portales vendiéndola en botellas de cristal. Más adelante fue posible comprarla en los supermercados y los ayuntamientos hicieron desaparecer las vaquerías del centro de las urbes.